Debido a nuestra constante necesidad de comunicarnos, las redes de comunicaciones se ven obligadas a crecer día a día. Este crecimiento se traduce en un número mayor de despliegues que, en muchos casos, deben llevarse a cabo en zonas donde la red eléctrica sea nula o de baja calidad.
No obstante, donde antes una instalación off-grid podía suponer un reto complejo, ahora se ve como un despliegue eficiente y competitivo. Este cambio de perspectiva actual se debe al desarrollo de las soluciones híbridas y en SME tenemos tres razones de peso para implementarlas.
Reducción de costes OpEx con las soluciones híbridas
Tradicionalmente, los despliegues en zonas con poca o nula red eléctrica se han caracterizado por ser costosos. El constante consumo del grupo electrógeno o los recurrentes traslados al site para su mantenimiento han conseguido que las soluciones desplegadas tradicionalmente off-grid sean cada vez menos eficientes. El resultado es una instalación cara, ineficaz y poco ecológica.
¿Cómo se hace frente a este reto, entonces? La respuesta está clara: la energía híbrida.
Con las soluciones híbridas, el consumo de combustible disminuye drásticamente gracias al uso de energías renovables. En nuestras soluciones, por ejemplo, el generador reduce su tiempo de funcionamiento hasta en un 80% en favor de la energía solar. Esto se traduce en un menor consumo de combustible y, por tanto, en una menor necesidad de mantenimiento. Los costes operativos, por tanto, disminuyen y se potencia la eficiencia del site.
Mejora del nivel de servicio de la red
El uso de energías renovables no sólo supone un ahorro de costes, sino también un factor directo en la mejora del servicio de red. Con las soluciones híbridas, como es el caso de la EcoCube en SME, se asegura un servicio 24x7x365 gracias al control inteligente de las fuentes de energía redundantes.
Si a esto sumamos una exhaustiva supervisión remota y un soporte técnico disponible las 24 horas, como ocurre con nuestras soluciones, el servicio a usuarios finales se ve incrementado exponencialmente, al igual que la competitividad y eficiencia del operador.
Reducción de la huella de CO2
Por último, y no por ello menos importante, las soluciones híbridas reducen el uso de las energías no renovables y, por tanto, disminuyen la huella de CO2. Con nuestras soluciones híbridas, por ejemplo, se reducen anualmente las emisiones de dióxido de carbono en una media de 42,5 toneladas por estación.
Esta disminución no sólo cimenta una imagen más limpia y ecológica, sino que apuesta por el cuidado y mantenimiento de un recurso tan esencial como es nuestro medioambiente.
En SME apostamos por las soluciones híbridas, ya que son la respuesta óptima a los despliegues en zonas de red eléctrica nula o de baja calidad: suponen un ahorro de costes operativos, mejoran el nivel de servicio y reducen el impacto medioambiental. Es en las soluciones híbridas en las que vemos el futuro de las telecomunicaciones en sites off-grid.